Objetivo

El objetivo de este Blog es incentivar a los cibernautas a que visiten el Jardín Botánico de Medellín, y con ello a que participen en las diferentes actividades que este propone.

Además, mostramos las maravillosas instalaciones que el Jardín Botánico posee y las diferentes clases de especies de fauna y flora que protege.

domingo, 15 de mayo de 2011

Un museo VIVO.

“En nuestro caso, el Jardín Botánico de Medellín Joaquín Antonio Uribe se constituye en un museo vivo. Nuestras colecciones están científicamente organizadas. En el Herbario JAUM se conservan las colecciones exicadas o secas; las colecciones documentales están contenidas en la Biblioteca Andrés Posada Arango; mientras las colecciones vivas conforman el hermoso refugio de plantas de diversos grupos y especies, que todos podemos disfrutar en pleno corazón de la ciudad.
Jardín Botánico de Medellín.

Desde el renacimiento se han venido construyendo un sinfín de jardines a los cuales les ponen el nombre jardín botánico (del latín hortus botanicus), estos se caracterizan por tener como objetivo “...el estudio, la conservación y divulgación de la diversidad vegetal...”[1], donde no solo exhiben las clases de fauna y flora que albergan, sino que además realizan infinitas actividades de fomentación para la conservación de la naturaleza.
Es así como comienza la historia del Jardín Botánico de Medellín Joaquín Antonio Uribe, donde a finales del s. XIX  los terrenos que hoy ocupan “...empezaron a tener vocación recreativa, en lo que entonces era conocido como la casa de baños El Edén. La finca era propiedad de don Víctor Arango y luego, de las hermanas Emilia y Mercedes Arango P., solteras, mayores de edad y vecinas de este distrito, como está consignado en una escritura pública.[2]
Desde un principio el antes llamado La casa de baños El Edén se convirtió en un referente urbano para toda la ciudad de Medellín y por ello llegaban multitudes de gente “...a pasar el rato en los baños, mientras disfrutaban de la gastronomía popular.[3] Así mismo la visitaban los señores de la Villa a “coche o a caballo por el camellón de Bolívar o por la carretera del norte, a tomarse sus copetines con mujeres hermosas y generosas, conversar, hacer negocios y concertar alianzas matrimoniales.[4]
Es así como comienza, sin darse cuenta sus dueños, una historia que gira alrededor del que ahora es el Jardín Botánico y que desde aquella época y esperamos que por siempre, se conservó como referente para innumerables familias.
Y con el transcurso de los años la finca decayó, pero luego se convirtió nuevamente en referente cuando en el primer centenario de la Independencia de Colombia (el 11 de agosto de 1913) se crea el Bosque Centenario de la Independencia, que luego fue conocido como Bosque de la Independencia y, finalmente, sólo como El Bosque; y con ello una cantidad de actividades que se realizarían en este sitio como: el hipódromo y el “...lago donde los visitantes podían pasear remando en barcas.”[5] “Cerca se construyó un edificio para el bar, el restaurante y la pista de baile. En lo que hoy es el Salón Restrepo, un sitio de eventos, funcionaba una pista de patinaje. Además el Bosque de la Independencia contaba con vivero, canchas de tenis, trencito, juegos infantiles, un incipiente zoológico y hasta el servicio de venta de animales domésticos (perros y gatos).[6]
Desde entonces ya los habitantes del Valle de Aburrá consideraban importante este bellísimo espacio, el cual se fue convirtiendo poco a poco en un lugar para la recreación, la educación y el sano esparcimiento.

“El Bosque fue escenario de las celebraciones patrias, sede de competencias náuticas y de pesca, centro de carreras de encostalados y concursos con vara de premios, epicentro de retretas y de representaciones teatrales o folclóricas que se hacían cuando existía la concha acústica. La ciudad entera se encontraba en este sitio, considerado desde entonces como un verdadero espacio público, al que asistían las familias de alta capacidad económica y también las de los trabajadores y obreros. Mientras los niños paseaban en burritas, los adultos se entregaban a otras diversiones, como el baile que comenzaba a la una o dos de la tarde y se prolongaba hasta el anochecer.[7]

En la actualidad el Jardín Botánico de Medellín alberca centenares de plantas y miles visitantes, tanto nacionales como extranjeros, que durante todo el año recorren los lindos parajes, que gracias a la alcandía de Medellín, se conservan y son gratuitos para todo el que desee entrar. Igualmente es considerado referente urbano gracias a las miles de personas que: se encuentran, estudian, comen, se divierten y se educan en el.
Es triste ver que se ha ido perdiendo ese interés por visitarlo, ya no es como antes que familias de todos los estratos visitaban sus instalaciones, ahora son pocos los que lo hacen, más bien son muchos los que, vecinos de este magno paisajes, lo visitan más seguido pero los demás habitantes de municipio no. Sea cual sea la escusa que se ponga, para muchos es importante pero no participan activamente de las actividades que presta este espectáculo vivo, este museo vivo.
Concluyendo con esto es que invitamos a todos los cibernautas a que visiten y participen de las actividades que nos presta el Jardín Botánico de Medellín Joaquín Antonio Uribe. Conozcamos nuestra fauna y flora, embadurnémonos de lo que es la naturaleza incomparable de nuestro departamento, entendamos que no todas las personas de este planeta cuentan con tan basta belleza natural, aprendamos a cuidarla, vivamos el planeta.



[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Jard%C3%ADn_bot%C3%A1nico
[2] [3] [4] [5] [6] [7] http://www.botanicomedellin.org/historia.html

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